Anaxágoras (499-428 a.C.): Descubrió con su excelente vista valles, planicies y montañas en la Luna. También consiguió explicar las fa- ses de la Luna, y dedujo que la luz de ésta, provenía del Sol. También dijo que en el Uni- verso existían muchos otros mundos habitados por seres vivos e inteligentes. Fue juzgado y condenado a muerte, principalmente por razones políticas. Sin embargo, Pericles lo salvó. Tras estos relevantes personajes, se produjo un retroceso con las teorías de Platón y Aris- tóteles, que situaron de nuevo a la Tierra en el centro del Universo. Una vez aceptadas las teorías de Platón y de Aristóteles de que la Tierra era redonda, lo difícil era averiguar el radio de esa esfera. Eratóstenes, lo calculó con un error de sólo un 1%, en el 230 a. C., aprovechando el sols- ticio de Primavera y midiendo la sombra de una vara en una ciudad de latitud distinta de cero Realmente, tuvo suerte de compensar unos erro- res con otros, pero lo cierto es que el cálcu- lo le salió muy aproximado a la realidad. Otros cálculos que también realizó con maes- tría Eratóstenes fueron la inclinación de la eclíptica (también con un error menor del 1%), y la duración del año (con un error de 3 días cada 400 años) Así podíamos seguir aumentando la lista de grandes astrónomos de la Antigua Grecia, cada uno de los cuales descubrió ya por aquél en- tonces alguna de las cosas que sabemos hoy. Unos, como Aristarco, detectaron el movimiento de precesión del eje terrestre, o midieron el tamaño del Sol y la Luna, otros comenzaron a pensar que la Tierra era la que giraba en tor- no al Sol, y no al revés... Entre los últimos observadores de Alejandría, ya bajo dominio romano, cabe destacar a Hipar- co y Ptolomeo.